EE.UU. y el fascismo latinoamericano : antiguo y nuevo modelo
« Los crímenes cometidos por los Estados Unidos en todo el mundo han sido sistemáticos, constantes, implacables, sin remordimientos y bien documentados, pero muy pocos han hablado de ellos . »
Harold Pinter
Las tendencias fascistas están de vuelta a la luz del dia en América Latina. Son claramente visibles en la oposición venezolana asesina, pero también en las calles de Argentina y Brasil. Estas tendencias fascistas se derivan del hecho de que la desigualdad económica y la igualdad política son incompatibles, sobre todo en un continente donde la distribución de la riqueza es tan desigual. Sin embargo, el fascismo latinoamericano es también la expresión de una agenda política y económica más profunda, que debe ser mejor entendida si queremos hacerla fracasar.
En 1979, Noam Chomsky y Edward S. Herman publicaron uno de los libros más importantes sobre el fascismo latinoamericano: «The Washington Connection and Third World Fascism». Y cito:
« (…) El viejo mundo colonial se fracturó durante la Segunda Guerra Mundial y las resultantes oleadas de nacionalismo radical amenazaron la tradicional hegemonía occidental y sus intereses econômicos. Para contener esta amenaza, Estados Unidos se alineó con sujetos de la élite del Tercer Mundo cuya función era contener el viento del cambio. (…) Con el patrocinio frecuente de los Estados Unidos, el Estado neofascista de Seguridad Nacional (National Security State) y otras formas de reglas autoritarias se convirtieron en el modo dominante de gobierno en el Tercer Mundo.»
« … la intervención masiva (de EE.UU.) y la subversión en los últimos 25 años se ha limitado casi exclusivamente al derrocamiento de gobiernos reformistas, de demócratas y radicales … (los EE.UU.) rara vez han “desestabilizado” regímenes militares de derecha, sin importar si eran corruptos y terroristas. (…) Estados Unidos aprobó el modelo de junta militar fomentando su prosperidad y su expansión. La tortura, los escuadrones de la muerte y la libertad de inversión están vinculados en un modelo patrocinado y apoyado por el líder del Mundo Libre. El terror en estos estados es funcional, favoreciendo el “clima de inversiones” (…). Así, si miramos más allá del cerco mediático de propaganda, Washington se ha convertido en la capital mundial de la tortura y del asesinato político. »
Continuación: EE UU y el fascismo latinoamericano def.
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